La cirugía laparoscópica es una alternativa mínimamente invasiva a la cirugía abierta tradicional que se realiza a través de pequeñas incisiones en la pared abdominal. A través de ellas el cirujano puede realizar las operaciones sin introducir sus manos dentro del cuerpo.
Actualmente practicamente toda la patología urológica puede ser realizada de forma laparoscópica.
Este tipo de cirugía ofrece unas ventajas respecto a la cirugía tradicional abierta:

• Disminución del dolor en el postoperatorio
• menor sangrado
• menor riesgo de infecciones
• menor estancia hospitalaria y con mejor recuperación postoperatoria 
• mejores resultados estéticos.

Los procedimientos quirúrgicos en los que actualmente se emplea la laparoscopia engloba a toda la patologia urológica: cáncer de próstata, cáncer renal, cáncer vesical, urolitiasis, prolapso de órganos genitales, pieloplastias, adrenalectomía y exéresis de masas retroperitoneales.